Cada vez que un famoso muere, Azcárraga Jean tiene una erección

Odio a los famosos. Todos los famosos son unos vendidos que quieren distraernos de la realidad, obligarnos a copular con llamas (llamas macho) y controlar nuestras mentes (¿Tienes el valor o te vale?; tarados). Uno podría creer que los famosos son especiales o talentosos, pero eso es lo que quieren que creamos. En realidad la mayoría de los famosos no tienen ninguna habilidad significativa; no se necesita de ninguna capacidad especial (en dado caso se necesitaría de una discapacidad muy especial) para implantarse unas siliconas del tamaño de sandias. A lo que iba es que hoy me enteré del asesinato del hijo de Joan Sebastián (no, no sé quien es, pero es famoso). No fue porqué quisiera enterarme por supuesto, sino porque estuvo en la televisión todo el día y no pude evitar que mi cerebro fuera brutalmente violado por la estridente voz de Pati Chapoy. Fue la nota del día, no entiendo el porque. No, de hecho sí entiendo el porque (Niurka ya no vende y Televisa necesita algo que sea aún más morboso para llenar espacio), lo que no entiendo es porque a la gente le importa.
¿A quién le importa si uno de los famosos muere?. Yo sé que a mí no; menos irritante música o actuación basura en el mercado. A la demás gente le importa solo porque está en la televisión. No es como si realmente les importara el hecho de que algún idiota del que no sabían nada hace media hora está vivo o está muerto, simplemente sienten lástima porque la televisión les dice que es lo que deben de sentir. Ese es el problema. La gente está cansada de pensar por si misma y utiliza a la televisión como su intermediario con la realidad. En todo caso, ¿porqué la muerte de Lady Di importa más que la muerte de cualquiera de nosotros?. ¿Solamente porque fue princesa?. ¿Porqué fue princesa de todos modos?. Yo no voté por ella. No es especial. ¿Porqué todas las niñas quieren ser princesas además?. Todo es culpa de ese maldito pederasta de Walt Disney. En todo caso, ¿qué bien le hizo ser princesa a Diana?. Quiero decir, está muerta (y me alegro, muerte a la nobleza).
Es difícil de creer, pero hay gente que literalmente llora cuando un famoso muere. ¿Cuál es el problema?. Nadie conoció realmente a María Félix (y no, haber visto sus películas no quiere decir que la hayas conocido realmente, imbécil; eso era actuación). La gente que llora a los famosos es estúpida y racista. ¿Porqué preocuparse por un tarado con el que jamás tuviste contacto?. ¿Solamente porque fue alguien famoso?. Eso me parece bastante racista. Hay millones de personas no famosas que mueren diariamente, pero ellos no importan ¿verdad?. ¿Y yo?. Tengo gripa. ¿Porqué nadie llora por mí? ¿Solamente porque no salgo en la televisión?. Exijo que lloren por mí. Aquí estoy, a medianoche, tratando de escribir algo coherente para todos los ingratos que ni siquiera me dejan un comentario o me compran una cubeta de la mercancía. ¿Qué estoy recibiendo a cambio de todo esto? Nada, insultos a lo mucho. Ayer un niño de doce años me insultó:

Niño: Pinche retraído
Yo: Retraído tienes el pito

Por supuesto, le di su merecido, pero si mí correo electrónico no estuviera publicada en este blog no tendría que lidiar con gente tan idiota. Blog. Esa es otra cosa. ¿Qué quiere decir “blog”?. Nadie sabe y a nadie le importa. Es una palabra estúpida para gente estúpida que desea sentirse gringa. Malditos anglicismos. Usaría la palabra ”espacio” pero me arriesgaría a diversos albures (“ya vi tu espacio, Kurtís”). ¿Porqué no inventar una nueva palabra? ¿Porqué no “Maicol”?. “Acabo de subir una foto de mis genitales a mi Maicol”. A mí me suena bien.


El punto es que tienes dos opciones:

1) Dedicar tu vida a mostrarle a todas las personas del mundo cuanto lamentas la muerte de cada uno de los seres humanos del planeta (famosos y no famosos a fin de dejar de ser un sucio hipócrita) viajar por el mundo reconfortando viudas, volverte vegetariano para no lastimar a los animalitos del bosque y convertirte eventualmente en un hippie rastoso que escucha a Maná.

o

2) Vivir tu asquerosa vida normalmente y dejar de llorar por un junior que, hasta donde sabemos, fue mucho más afortunado que nosotros, tuvo una vida privilegiada, se codeó con los grandes, fue dueño de un pequeña fortuna, inmuebles, supermodelos y, probablemente, un camello.

JÓDETE, JOAN SEBASTIAN