Cada quién su culo

El otro día estaba pensando mucho y llegué a la conclusión de que lo que necesitamos son más derechos. Derecho a portar armas de grueso calibre, drogas, piratería, animales exóticos y todo eso que es tan chido e ilegal. Imagínense saliendo a comprar una película pirata portando una AK-47 mientras se fuman un churro de mota y alimentan a un águila calva con ratones vivos, ¿soy el único que tuvo una erección?. Bueno, ni modo.

Sí, necesitamos más derechos. ¿Cómo es eso de que si tienes drogas o piratería en tu casa, se meten sin siquiera una orden de cateo y te corren para siempre?. Exprópiate las nalgas, pinche Fecal (ah, no: Ebrard. Perdón, es la costumbre). Si yo me pongo hasta el culo de cualquier droga en mi casa, ¿cuál es el pinche pedo? ¿A quién chingados le hago daño?. De hecho si me pongo hasta el culo de droga en cualquier lugar, ¿a quién chingados le hago daño? ¿Qué importa, en serio?.

La solución para todo este asunto de las drogas, al igual que para todos los demás problemas de la vida es simple: a todos nos debe de valer madres lo que hagan todos los demás imbéciles de el planeta. Es cómo con los homosexuales, si su pasatiempo es forzar un aparato reproductor masculino entre sus esfínteres, ¿qué chingados importa?. Digo, es su culo y me vale madres. Lo único que me molesta de los jotos es cuando hablan afeminado, eso sí es de la verga y ridículo. Ah, también sus pinches desfiles coloridos. Pero bueno, volviendo al tema: siempre y cuando un drogadicto no este intentando matarte, ¿qué carajos importa?.

Francamente creo que si la gente tomara en cuenta mi lema de “Cada quién su culo” el mundo sería un lugar mejor. No podemos negar que algunos pendejos, que no deberían de estarse drogando en primer lugar, se malviajan y se ponen violentos en ocasiones, pero eso no es razón para prohibirnos las drogas a todos. Después de todo existe la posibilidad de que alguna persona cualquiera en algún momento dado agarre un cuchillo de cocina y salga a cortarle los huevos a su vecino ¿entonces todos debemos de comer nada más con tenedor cómo si fuéramos unos pinches francesecitos putos?. No en mi México, cabrones.

Ya sé que mi argumento les va a sonar izquierdoso y lleno de rastas, pero si tuviéramos los medios de producción para producir nuestra propia marihuana, a los narcotraficantes se les acabaría el negocio y todos seríamos felices. Lo quería decir otra vez.

Y la piratería es una chingonería. Por 20 pesos no solamente estás comprando una película chida de tu elección y a veces hasta con risas grabadas incluidas, también estás formando parte de una noble revolución contra el capitalismo más vil. ¿Quiénes son los delincuentes?. ¿Cuanto cuesta el plástico, comprado en cantidad industrial, que se utiliza para fabricar un disco compacto, cincuenta centavos máximo?. Estoy hasta la madre de que la gente me diga que cuando compro piratería estoy matando a la industria cinematográfica o disquera. Eso es mierda. Dejen de decirlo. Si de veras los fabricantes estuvieran en una crisis cabrona, no venderían sus ediciones especiales de 600 pesos porque incluyen comentario en audio de no sé quien chingados o porque tienen storyboards animados. Bah, esas son mamadas. Ni siquiera sé qué es un storyboard animado, pero suena snob. Puesto que cuesta el mismo trabajo grabar en un disco nada más la película o la película con cualquier número de extras, todos los discos deberían de costar lo mismo. Hace poco vi la de Conoces a Joe Black y es mierda, no tiene nada de violencia, las actuaciones hacen ver a Miguel Galván cómo un portento histriónico y en resumen no vale ni el disco en el que está grabada. Tan tacaño cómo soy hay películas que compraría en original porque son muy chidas, cómo Sin City. Sin City es la mejor película del mundo, si no la han visto me tomo la libertad de cuestionar su virilidad. O sea que son putos. ¿De qué estaba hablando al principio?. Ya no me acuerdo.