viernes, octubre 27, 2006

Odio a los acarreados (y a Adal Ramones)

Iba caminando sin molestar a nadie como normalmente lo hago (sin contar por supuesto las ocasiones en que simulo cargar un arma de fuego para poder asustar viejecitas) cuando vi a un grupo de gente aplaudiendo debajo de una carpa de lona. Me acerqué y pensé que la gente se quería tomar una foto junto a los renos pero después vi que en realidad estaban escuchando a ese que siempre sale en la tele: Alejandro Encinas o algo así. El chiste es que ahí me quedé un rato, escuchando a los que evidentemente eran acarreados gritar: “¡ese apoyo sí se ve! ¡ese apoyo sí se siente!” y cosas igual de falsas hasta que me aburrí y comencé a golpear a un testigo de Jehová que casualmente estaba ahí cerca.

Carajo, malditos acarreados, nada más les faltaba ir vestidos de Santaclós para ser todavía más burdos y obvios. ¿Porqué los políticos utilizan acarreados?: eso es lo que quiero saber. No engañan a nadie, al menos a mí no. Los políticos están muy malcriados, pueden comprar aprobación con dos litros de Coca Cola y unas tortas. Si se tuviera que hacer a mi manera todos los políticos tendrían que hacer algo extremadamente chido solamente como requisito para postularse, algo como arrancarle las bolas a un dinosaurio a mano limpia, saltar un abismo lleno de animales salvajes en motocicleta o quizá hacer su trabajo o algo. No, mejor lo del dinosaurio.

Creo que “Acarreado” debe de ser el peor trabajo del mundo. Claro, lo único que tienes que hacer es renunciar a tu individualidad, pero a mí me repugna. ¿Han visto alguna vez ese programa “Otro Rollo” con ese maricón de Adal Ramones?. Cuando no está llorando y mandándole saludos a algún familiar muerto, está tratando de hacer pasar por buenos sus insípidos y retrasados monólogos que son tan chistosos como un lavado rectal con manguera de jardín. Quisiera ser un poco más tolerante pero he escrito mejores cosas con mis nalgas (es una habilidad innata que tenemos nosotros los duendes).

Lo que dice Ramones es tan poco divertido que contrató a gente (oculta entre el público) para que se ría de sus rancios monólogos y le aplauda a sus mediocres invitados. Es fácil darse cuenta, las mismas estridentes risas, programa tras programa, taladrándote el cerebro. Las mismas agudas risas de mujer. Las odio. Son unas malditas prostitutas de la risa, eso es lo que son. Espero que se les reviente un vaso en el cerebro a todas ellas por reírse tanto.

¿Y saben qué más odio?: “Bratz Diamondz”, esas muñecas que incluyen diamantes verdaderos. ¿Para qué puede querer una niña, que aún juega con muñecas, un diamante verdadero?. Se trata solamente de crear necesidades ridículas desde la edad más tierna, de promover la cultura de lo banal y de lo superficial. Codiciosas putas, en eso quieren convertir a todas las niñas del mundo. “¿Quieres ser una de ellas?”. Maldito capitalismo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

He checado el blog como unas 9999999 veces y siempre me cago de la risa ppor lo que dices.

Aca en mi escuela me he dedicado a promover la ideologia kurtiana, pero eso de los acarreados de Encinas, se me hace un tanto irreal, yo fui al planton del peje unas 5 veces y jamas me dieron un puto chicle.

Tambien platique con unos weyes, y me decian que iban ellos por voluntad propia, no por que les pagaran, me largo y no soy un achichincle del duende ¿eh?

Sale, luego vuelvo aver tu espacio (sin albur).