domingo, noviembre 05, 2006

¿Qué es más rebelde que usar una pulsera de plástico que representa un valor?. Digo, ¿aparte de darle un beso en el culo a Azcárraga Jean?


¡Pero qué invento tan chido!. Estas pulseras son lo máximo, porque lo más cercano a tener el valor genuino, es tener una pulsera de fomi fabricada en serie por una empresa monopólica internacional que lo representa. Sucios hipócritas, me provocan náuseas, en especial por ése estúpido comercial que sacaron:

Padre-con-la-sonrisa-más-falsa-del-mundo: (Sonrisa) ¿Cuáles pulseras te faltan, campeón? (Sonrisa)
Hijo-malcriado-que-obtiene-todo-lo-que-quiere-y-que-provocó-que-una-de-mis-úlceras-duodenales-sangrara-al-momento-que-lo-vi: ¡Nada más me faltan dos para tener toda la colección!
Padre-con-la-sonrisa-más-falsa-del-mundo: (Sonrisa) ¡Al rato las compramos, pero recuerda que lo más importante es tener el valor y bla bla bla...! (sonrisa)
Hijo-malcriado-que-obtiene-todo-lo-que-quiere-y-que-provocó-que-una-de-mis-úlceras-duodenales-sangrara-al-momento-que-lo-vi: ¡Eres un pendejo, papá!
(bueno, eso lo inventé, pero hubiera estado chido, ¿no?)

Oh, te gusta sonreír, ¿verdad?. Te hace muy feliz ordeñar incautos, ¿verdad, hipócrita hijo de puta?. ¿Qué te parece ordeñar incautos mientras tratas de salir vivo de una alberca LLENA DE NAPALM? *SPLASH*. ¡JA JA JA JA JA!. ¡Ahora trata de conseguir trabajo en la televisión con quemaduras de tercer grado por todo el cuerpo!. Yo gano, hijo de puta: ¡JUAR JUAR JUAR JUAR JUAR JUAR!

No confío en las personas que se rien tanto, es la verdad. Cuando vi por primera vez este comercial me acordé de un imbécil que estuvo en mi grupo el año pasado, no importaba que le estuvieran diciendo que chingara a su madre, él siempre sonreía con el mismo gesto ensayado, creo que tenía la jeta trabada en ese gesto. Era igual cuando se reía, hacía el mismo sonido falsísimo siempre. Ése tarado enfermizo. Creo que todos conocemos a alguien así, pero del que yo hablo hacía otras cosas estúpidas, como ir disfrazado de John Travolta a la escuela todos los días (juro por mis bolas que no lo estoy inventando). Bueno, como sea, consejo gratis: si una persona sonríe de esa forma tan mecánica, es un claro indicio de que te debes de alejar, confía en mí. Nadie sonríe de esa forma a menos que sea un creído exhibicionista (¡contémplenme todos, soy feliz, soy feliz!; ¡soy mejor que tú, Kurtis!) o que te quiera joder, que es exactamente lo que están intentando con este comercial.

Aunque...err, no sé, ¿Ghandi no traía los brazos envueltos con pulseritas de color gris que representaban la perseverancia antes de iniciar sus ayunos?. Quizá las he juzgado mal. Déjenme revisar en Wikipedia... errr... lentes, calva, sábana blanca, anemia... Parece que no, maldito Gandhi, me ha decepcionado. Todo indica que las pulseritas esas son puros adornitos nice apacigua-conciencias.

Pasando a asuntos más serios, ¿qué tiene que ver el color verde con el perdón de todos modos?. Estoy seguro de que si el color verde fuera una persona se burlaría del color negro por ser darketo, golpearía al color azul hasta dejarlo morado solamente por diversión y jamás compraría una de estas pinches pulseras capitalistas. Qué insulto al verde.

1 comentario:

RuloJuice dijo...

Guácala, que fiasco... si ni tolero ponerme una pulserita de nirvana que me regalaron, hasta creen que me voy a andar poniendo esas porquerías... ¡y deja eso!, lo que menos quiero es provocarle una erección a ese tarado de Azcárraga.

Dios nos bendiga, y ojalá que se mueran lo más pronto posible, porque solo estan fomentando al trastorno de la juventud.